La vitrificación de ovocitos es una de las técnicas de preservación de la fertilidad que permite posponer la capacidad reproductiva de una mujer el tiempo que se desee, con las mismas posibilidades que en el momento en que se vitrifican los ovocitos. Con la vitrificación de los óvulos las mujeres pueden alcanzar la madurez sin experimentar una disminución significativa en la capacidad para concebir en un futuro.
El 90% de los pacientes que siguen un tratamiento de reproducción en el Grupo IVI quedan embarazados.
IVI ofrece atención personalizada y acompañamiento en todas las fases del tratamiento.
IVI es pionero gracias a que usa la última tecnología de reproducción asistida para ofrecer los mejores resultados.
En IVI somos la que más alternativas de tratamiento ofrecemos para lograr resultados.
La principal ventaja de la vitrificación de ovocitos respecto a la congelación tradicional es que no se forman cristales de hielo que dañen al óvulo y alrededor del 97 % sobreviven al proceso. Además, se obtienen los mismos resultados clínicos que con los ovocitos en fresco.
Existen diferentes técnicas de vitrificación, siendo el Cryotop la más novedosa y la que tiene los mejores resultados. IVI ha sido pionero en la incorporación de esta técnica y es líder en su aplicación clínica. Con la técnica de Cryotop se han conseguido cifras de supervivencia en torno al 97 % en pacientes jóvenes (<35 años), con tasas de embarazo del 65 % y tasas de implantación del 40 %.
En IVI Buenos Aires hemos conseguido el primer niño argentino gestado por óvulos vitrificados.
La vitrificación de ovocitos es un proceso de solidificación en el que los ovocitos son tratados con sustancias criopotectoras y sumergidos en nitrógeno líquido a una temperatura de -196º C. Los pasos son los mismos que los de un ciclo de FIV: estimulación del ovario con hormonas, aspiración de los ovocitos, y en lugar de inseminarlos y fecundarlos, se realiza la vitrificación (método cryotop), quedando almacenados después en nitrógeno líquido.
Las indicaciones son múltiples y muy variadas, con el denominador común de posponer la inseminación de los ovocitos y/o el embarazo.
Los ovocitos se podrán mantener crioconservados durante el periodo que la paciente desee o necesite, no existiendo una limitación en el tiempo.
1. Ser madre después de recibir terapia oncológica
La estimulación ovárica necesaria para la vitrificación puede variar dependiendo del tipo de cáncer y siempre debe realizarse con el consentimiento del oncólogo.
2. Retrasar la maternidad
Es importante tener en cuenta la edad en que la mujer decide criopreservar sus óvulos, antes de que decline la calidad genética de los mismos debido a la edad avanzada.
3. Creación de banco de óvulos
Permite reducir las listas de espera para tratamientos con donación de óvulos, garantizando la disponibilidad inmediata y manteniendo las mismas probabilidades de gestación que con la donación de ovocitos frescos.
4. Nuevas posibilidades en el manejo clínico de diferentes patologías
Cuando los ovarios no responden de manera adecuada y se obtienen muy pocos, el doctor puede proponer la opción de acumular ovocitos en 2 o 3 ciclos de estimulación que nos permitirán luego tener un número adecuado de embriones para elegir los que tendrán mejor probabilidad de implantar en el útero materno.
En los casos en que la pareja no puede aportar la muestra de semen el día de la punción ovárica, si existe una patología seminal severa o si por convicciones éticas las pacientes desean limitar el número de ovocitos a inseminar, la vitrificación es la técnica más apropiada.
La vitrificación de óvulos en pacientes con cáncer va a permitir diferir el embarazo cuando la paciente haya superado la enfermedad, con el pronóstico reproductivo que tenía cuando se vitrificaron los óvulos. Las pacientes que más demandan en IVI tratamientos de preservación de la fertilidad son las diagnosticadas de cáncer de mama.
La infertilidad puede estar ocasionada por cualquiera de los tratamientos oncológicos empleados en la actualidad:
Quimioterapia: Actúa sobre todas las células del cuerpo, destruyendo tanto las tumorales como la sanas en proceso de división. Entre estas figuran los óvulos, por lo que uno de los potenciales efectos secundarios es la reducción del número de óvulos, aunque los riesgos pueden variar según cada tratamiento.
Radioterapia: La radiación del útero o los ovarios puede causar infertilidad o, en muchos casos, esterilidad permanente. En algunas mujeres el retorno de la menstruación puede aparecer meses o años después de terminar su tratamiento. En cualquier caso, y aunque la mujer recupere su regla, la fertilidad se reduce.
Cirugía: En caso de que se extraigan ambos ovarios no hay posibilidad de mantener la fertilidad, pero si es solo de un ovario ésta puede verse afectada.
En IVI creemos que es sumamente importante que se informe a los pacientes jóvenes diagnosticados de cáncer que van a recibir tratamiento con quimio o radioterapia acerca de las técnicas de preservación de la fertilidad. A la hora de plantear la vitrificación de óvulos a una paciente con cáncer se tienen en cuenta diversos factores como son la edad, su función ovárica y su reserva folicular, el tiempo que disponemos hasta el inicio de la quimioterapia y que contemos o no con la autorización del oncólogo. El pronóstico reproductivo va a depender mucho del número de ovocitos que se consiga vitrificar. No se puede garantizar un embarazo, sino la posibilidad de intentarlo mediante FIV.